Ya de regreso en la patria soñé que:
Argentina estaba muy enferma y tenía que ocuparme de ella junto con Gustavo. Estaba un poco perdida pero no lo admitía ni se dejaba ayudar, había que estarle detrás, vigilarla porque mentía y perdía plata o remedios o recuerdos como el álbum de bebé de Josesito. Era una pesadilla. Aunque la presencia, la pervivencia de Argentina, a pesar de todo, de alguna manera me alegraba. Lo pesadillesco era Gustavo, la obligación de verlo y de tener que tratar algo en común con él.
Me desperté con mucha, mucha sed.
Me volví a dormir ya de día y soñé que leía en Página/12 una nota del Perro Verbitsky (así le decía en el sueño) sobre el juicio de la RIBA, que ya había empezado.
Argentina estaba muy enferma y tenía que ocuparme de ella junto con Gustavo. Estaba un poco perdida pero no lo admitía ni se dejaba ayudar, había que estarle detrás, vigilarla porque mentía y perdía plata o remedios o recuerdos como el álbum de bebé de Josesito. Era una pesadilla. Aunque la presencia, la pervivencia de Argentina, a pesar de todo, de alguna manera me alegraba. Lo pesadillesco era Gustavo, la obligación de verlo y de tener que tratar algo en común con él.
Me desperté con mucha, mucha sed.
Me volví a dormir ya de día y soñé que leía en Página/12 una nota del Perro Verbitsky (así le decía en el sueño) sobre el juicio de la RIBA, que ya había empezado.
2 comentarios:
Muy bueno (JoseCito)
Va a empezar. Un abrazo.
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